Nuevamente un recuerdo para tod@s aquellos que vivieron la Enseñanza General Básica (1970-1997) o bien EGB, siglas con el que tod@s l@ conocíamos.
Uno de los eventos más importantes para las familias en la católica España post dictadura, era la celebración de la Primera Comunión de los pequeños de la familiar. Evento que solía y suele reunir a los familiares y amigos más directos. Para los niñ@s era un día especial, dónde se vestían de una forma diferente y sobre todo lo más esperado: día de regalos.
Entre los clásicos regalos de la época, pues no había gran variedad ni Amazon por aquel entonces, nos podíamos encontrar:
- Un par de billetes (en pesetas) que por aquella edad parecían una fortuna
- Un juego de bolígrafos con su pluma y bolígrafo, Inoxcrom en muchos casos
- El primer reloj de pulsera y a veces también un despertador
- Albúm de fotos, especial comunión, para recoger los recuerdos de ese día
- Un regalo sorpresa, quizás un balón o una muñeca pues recordemos que estamos aún en años de poca variedad y con un marcado sexismo.
- Y por supuesto: la PRIMERA CÁMARA
Y ese fue mi caso y creo que el de muchos niños que compartieron la EGB. La mía fue una Kodak Pocket A-1, cámara de fabricación nacional sencilla donde las haya, pero pequeña y robusta. Aún la conservo como parte de la colección a la par que recuerdo entrañable.
Es una tradición que ha seguido, lógicamente modernizándose las cámaras regaladas pero con una vuelta al pasado en uno de los modelos que más se ven hoy en día en este tipo de eventos: las Polaroid. La impresión directa en papel del instante es todavía algo de lo que no nos gusta prescindir y que ha hecho revivir a Polaroid gracias a eventos: cumpleaños, bodas, bautizos y comuniones.
