IRIS una nueva variante

Siempre es un placer encontrar una nueva variante no identificada hasta la fecha y creo que éste es otro caso de un cámara española, pocas veces, o diría nunca, vista.

Se trata de una variante de la Iris, cámara de cajón fabricada a mediados de los años 40. Parece que apenas llegaron a unos cientos los aparatos fabricados y vendidos en droguerías al precio de 50 ptas [1]. Adicionalmente, al ser una cámara barata y manufacturada con materiales de baja calidad es difícil encontrar ejemplares en buen estado.

Se caracterizaba por su frontal donde destacaba en decoración y letras brillantes con su nombre "Iris", en una caligrafía muy especial, que parecería hecha a mano.


Este modelo parece que era el frecuente pues en los últimos años se han visto varios ejemplares, no muchos. También Fernando posee un ejemplar con este diseño [2]. Diferente al conocido hasta la fecha [1] donde aparecía la palabra "patentado" que en este ejemplar no existe.

Sin embargo el ejemplar que vive en mi colección "irradia" más belleza, si cabe. Con los mismo textos, posee un frontal más complejo y repleto de brillante pintura. Tampoco es el identificado en la obra de Acereda, dado que no aparece la palabra "patentado" nuevamente. 

¿Es bonita, verdad?


Referencias
[1] 1890-1990 Cien Años de cámaras españolas de Gerardo Acereda Valdés
[2] Blog Las cámaras de Fernando

Mi Leica IIIG y la inmigración

No es la primera de las cámaras de la colección que proviene de inmigrantes españoles a otros países.
España ha sido tradicionalmente un país origen de inmigración con distintos destinos en función del periodo y contexto histórico.

Si primero fue la próspera Latinoamérica en años posteriores a la Guerra Civil, los 50-60 marcaron un cambio de movimiento migratorio hacia los países europeos, lugar de fabricación y crecimiento del mercado de aparatos de fotografía.

Dada las carestías en la España de la época con incluso muchas limitaciones a la importación, las cámaras fueron otro "inmigrante" más, saltando de países con fuerte inmigración como Francia o Alemania en las décadas de los 60-70. Y es Alemania el país origen de esta historia.

Es el caso de la Leica IIIG que poseo, una auténtica joya. Su propietario, fue un español, valenciano,  emigrado a Alemania y que la compró a un compañero para ayudarle a finales de los 60. Por su número de serie 904861 indica que fue fabricada en el año 1957.



Con el desafortunado fallecimiento del propietario en tierras germanas, la cámara llegó a su familia en España en una cajita junto con otros recuerdos. Y cual arpa, quedó durante años olvidada en un cajón de un caserío envuelta en una sábana, caserío que permaneció abandonado muchos años. Al venderse el caserío fue rescatada cincuenta años más tarde sin que hubiese visto la luz en esos años. 

Este modelo, IIIG, tiene la particularidad de que fue el último y mejor de este tipo producido por Leica después de años de producción con modelos tan importantes para la historia de la fotografía.



Las Werlisas de Oro


Desafortunadamente no son de oro, aunque parecería y es que se ha visto alguna de ellas en venta a precios de oro.


No, no la imagen no está manipulada, es auténtica, precio original publicado a marzo de 2020 (desconozco el precio de venta final).

Como ya se imagina, me refiero a una pequeña tirada -no tengo cifras- de cámaras Werlisa con el frontal del objetivo en color dorado.

Hasta la fecha he podido ver sólo algunos ejemplares de la Werlisa Color, como el mostrado arriba y una Werlisa Star, textualmente en mis manos, en la siguiente foto


Para los aficionados a las cámaras españolas, este modelo no aparece dentro de las múltiples variantes que se recogen en la obra de referencia "100 años de cámaras españolas" de Gerardo Acereda. Y como indicaba en mi otra entrada, es siempre un “subidón” para el coleccionista encontrar este tipo de ejemplares o variante rara.

Seguiremos buscando.

Colección Ikea

No me refiero a ninguna colección propiedad de Ikea, ni a su tan buscada cámara. A veces es tan importante el contenido, nuestras cámaras, cómo el continente que las recoge, es decir, repisas, estanterías, vitrinas, urnas de cristal, etc. Ya hace tiempo, una de las grandes referencias del coleccionismo en español Daniel, Danimann de camarassinfronteras, mencionaba este tema en esta entrada donde describía cómo expone su colección y respondiendo a la pregunta ¿dónde meto yo todas estas cámaras?.



En mi caso la colección se encuentra distribuida por varios rincones de la casa como el de la foto de arriba, y siempre que puedo tratando de evitar algunos de los enemigos de todo coleccionista: la humedad y el polvo. Personalmente, prefiero estanterías o vitrinas cerradas para evitar la acumulación de polvo. Y como suele ser habitual en estos días, Ikea tiene una solución para todo, bueno para casi todo. En mi caso, desde hace años me decidí por la serie Billy de Ikea y con un complemento no muy usado como son las puertas de cristal/aluminio. Por un precio bastante razonable y con diferentes anchos y colores, se puede tener un expositor bastante fiable para nuestras cámaras. Así por ejemplo, en mi caso he unido dos módulos de diferente ancho dónde muestro gran parte de la colección. Otro de los puntos positivos que tiene este modelo, es poder disponer de estanterías de cristal que permiten una mejor iluminación sobre todo cuando ajustamos las estanterías a alturas próximas. 

Anteriormente, he utilizado este tipo de estantería con puerta de madera pero el ancho del marco limita la visibilidad de los objetos expuestos, la opción de aluminio, más estrecha, lo soluciona. Seguro que aquí es dónde empieza la parte estética pero evitaré entrar en aspectos de diseño, gustos, colores, etc. sobre todo voy a hablar de soluciones útiles y a un precio razonable. No las he contado pero podéis ver el volumen de cámaras sin apilarse mucho que se pueden incluir.


Dejando aparte este tipo de expositor, en mi colección hay otras estanterías de pared orientadas al coleccionismo para las cámaras de menor tamaño (mini y subminiaturas). Son estanterías de reducido fondo, fijas a la pared pero que no ocupan más que un cuadro. Ello permite ubicarlas en cualquier estancia y hueco.


Tiene el fondo justo para un cámara tipo Werlisa Club Color, pero no esperes que entre una cámara de más fondo como por ejemplo de fuelle.


Pero, si quieres otro diseño e incluso espacios abiertos Ikea tiene numerosos modelos que permiten configurar el espacio dedicado a la colección de mil formas. Para ayudar y centrar la búsqueda que puede llevar mucho tiempo, aquí indico alguna de las que he mirado o usado para la colección alguna vez y consejos o limitaciones de ellas:
  • klingsbo, con base cuadrada, vitrina totalmente de vidrio y por tanto visible desde cualquier ángulo (por 99 €)
  • Detolf, vitrina similar a la anterior con un diseño más sobrio y de precio más reducido 59 € . Como la anterior vitrina, el problema que suelen presentar es el espacio normalmente excesivo entre baldas, que hacen el uso del espacio de exposición no se optimice, salvo que expongas un Daguerrotipo.
  • Besta, estantería con puerta de cristal parecida a la Billy pero con un fondo muy reducido de 22 cm (por 188 €), puede ayudar en espacios especiales o por ejemplo de paso. Tiene un menor ancho que las Billy 
  • Kallax todo un clásico del Ikea en estanterías. Personalmente no me gusta mucho pues no permite una clara visión de los objetos expuestos por su configuración cuadrada. Si la utilizas, un accesorio muy útil es la puerta de cristal que evitará que el polvo se acumule es la opción que he adoptado para la cámaras infantiles.
  • Brusali, si el diseño de la Billy no te gusta puedes optar por esta librería abierta a un precio reducido (por 69 €). Prepárate a limpiar semanalmente estas joyas ...

Todos estas referencia de Ikea suelen venir en diferentes colores siendo los vínculos anteriores a la página de Ikea sólo una muestra de los disponibles. En algún caso pueden tener también diferentes medidas.

Para los que busquen otro tipo de espacios, es recomendable alguna de las baldas o estantes para cuadros que tiene Ikea que cuyo uso es muy versátil, por ejemplo son utilizados para almacenar libros de niños, etc. Son de gran utilizad, ocupan poco espacio y se pueden poner en cualquier pared, lo que permite configurar espacios en las paredes para la colección. Al igual que las estantería de coleccionismo de pared, su fondo es muy reducido, unos 10 cm, lo cual limita el tipo de cámaras que pueden ser expuestas.

En caso de estantes abiertos y para esas joyas que brillan en la colección, una buena opción es el uso de vitrinas de metalocrilato o similar. Pueden encontrarse en muchas páginas y dimensiones, por ejemplo Amazon o especializadas. Como referencia en la página anterior un vitrina pequeña de 10x10x10 son unos 11 €.

No quería olvidar el uso de estantes interiores, escaleras expositoras o elevadores, que permiten añadir diferentes niveles y optimizar el uso del espacio mostrando varias cámaras a diferente nivel. Caseros hechos a mano, las mismas cajas de las cámaras o bien de escaleras de metalocrilato siempre nos ayudarán a poner un mayor orden y aprovechar el escaso espacio.

Esto es mi ejemplo, basado en algo que está cercano y al alcance de todos como es Ikea. Si todo esto no es válido o Ikea no es nuestro favorito, siempre nos queda recurrir a otros catálogos, estanterías a medida o si somos manitas a construirlas nosotros. 

Aunque lo parezca, esta entrada no ha sido patrocinado por Ikea.

¿Dos Capta Baby?


¿Para qué tienes tantas cámaras iguales? 

Supongo, que a más de uno nos habrán lanzado esta pregunta ante la presencia de varias cámaras en nuestras colecciones muy similares como, por ejemplo,  puede ser el caso en modelos españoles de las Werlisas.

Por ejemplo, cuando empiezas a coleccionar piezas españolas parece que son pocas hasta que empiezas a leer la excelente obra de Gerardo Acereda y absoluta referencia en este particular campo. La impresión cambia y es que parecería que son infinitas, especialmente en las secciones dedicadas a Capta y Certex y en particular la familia Werlisa de esta última.

Sin embargo, esto no se acaba en un listado cerrado, como si de un álbum de cromos de niñ@s se tratase. Quizás sorprenda al no aficionado pero una vez que te ha picado este gusanillo del coleccionismo esto va más allá: encontrar nuevas cámaras no catalogadas o nuevas variantes desconocidas es todo un reto.

Y aquí un ejemplo de una cámara con mucho encanto: Capta Baby. Esta cámara de pequeño tamaño y destinado a un público juvenil de la época fue fabricada, al menos, con las dos versiones que se pueden ver en la foto de abajo. ¿Es la misma cámara? Como en el juego de las diferencias, ¿puedes encontrar las diferencias entre ambas? 







Otro ejemplo de estas variantes en su publicidad, en la foto de abajo, aparece el modelo con el objetivo biselado -a la izquierda-, mientras que en el mencionado libro de Gerardo Acereda se hace referencia al objetivo con corte en escuadra -a la derecha- que proviene de un modelo anterior como la Capta I. 

¿Cuál sería original? ¿Fue motivado por una eficiencia en los costes de producción?

No es un Minion, es una MIGNON


¿Será verdad que esta cámara puede costar más de 1000 libras? 

Si uno de estos pequeños "diablillos" amarillos, llamado minions,  se entera de este precio, no dura ni un minuto en la colección.

La realidad, es que supongo que se trate de una variante al modelo subastado por Christies en 1992 y no recogido en la Guía Mckeown. Mi ejemplar a pesar de ser similar al de la foto de libro, no posee las partes niqueladas mencionadas en esta obra. En el interior se confirma su procedencia  y origen de fabricación con la inscripción de "Made in  Checoslovaquia".



De todas las maneras, sea o no sea la de las 1000 libras, otra joyita que se une a la colección de subminiaturas que sigue sorprendiendo a todo el que la ve, repitiendo siempre la misma pregunta:
¿Sacaba fotos esta cámara tan pequeña?

Huesca Connection

Título cinematográfico para una entrada y es que tiene mucho de ello, al menos, el 50% de la historia. 

No sé si por una casualidad provocada por el destino o causalidad, es decir, causas demostrables que desconozco, pero dos de los mejores coleccionistas de cámaras del país provienen de Huesca: Carlos Saura y José Luis Mur.


Hablo de casualidades pues los dos han cruzado sus vidas en Madrid y por diferentes caminos han llegado a esta afición común.

Hablo de causalidades pues no sé si hay algo en Huesca que motive estas aficiones. ¿Quizás los oscenses llevan un gen ligado al coleccionismo de cámaras? ¿O el extraordinario paisaje que les rodea les hace nacer con una cámara bajo el brazo?

El mundo del coleccionismo se cruzó en su vida por diferentes caminos. De José Luis Mur poco podemos decir a los aficionados al coleccionismo que no se conozca o esté publicado. Propietario de Fotocasión, la mayor tienda de Europa de fotografía y ubicada en  pleno rastro de Madrid, no sólo es una referencia nacional del coleccionismo sino posiblemente una de las más importantes mundiales. Su casa como se puede ver en este video de RTVE  es un auténtico museo en el que encuentran cabida miles y miles de cámaras. La descripción más cercana que se me ocurre es “el paraíso del coleccionista”, con un nivel y calidad creo que ni alcanzado por muchos museos públicos y privados del mundo (ver mi mapa de museos).
Creo que a los coleccionistas sólo nos queda pendiente ver cuáles serán sus próximos pasos tal como anunciaba en una entrevista al Diario el Alto de Aragón a final de 2019, donde menciona interesantes proyectos relacionados con su colección.

Tengo que confesar que mi sorpresa reciente ha sido Carlos Saura, su amor por la fotografía tal como narra este artículo de El País . Comenzó muy joven como fotógrafo y esa pasión no la ha abandonado aunque su fama llegaría desde otro tipo de objetivo y cámara. Carlos Saura atesora en su casa en la sierra madrileña cerca de mil cámaras. 

Buena muestra de su afición, su libro Ausencias, publicado en 2017 por la editorial Laborinto, narra la historia de un aficionado  en clave de novela. El libro contiene 27 ilustraciones de cámaras que aparecen en la obra realizadas por el polifacético autor, por ejemplo, esta pequeña Minox.