¿Para qué
tienes tantas cámaras iguales?
Supongo, que
a más de uno nos habrán lanzado esta pregunta ante la presencia de varias
cámaras en nuestras colecciones muy similares como, por ejemplo, puede
ser el caso en modelos españoles de las Werlisas.
Por ejemplo, cuando
empiezas a coleccionar piezas españolas parece que son pocas hasta que empiezas
a leer la excelente obra de Gerardo Acereda y absoluta referencia en este particular
campo. La impresión cambia y es que parecería que son infinitas, especialmente en las secciones
dedicadas a Capta y Certex y en particular la familia Werlisa de esta última.
Sin embargo, esto no se acaba en un
listado cerrado, como si de un álbum de cromos de niñ@s se tratase. Quizás
sorprenda al no aficionado pero una vez que te ha picado este gusanillo del
coleccionismo esto va más allá: encontrar nuevas cámaras no catalogadas o
nuevas variantes desconocidas es todo un reto.
Y aquí un ejemplo de una cámara con mucho encanto: Capta Baby. Esta cámara de pequeño tamaño y destinado a un público juvenil de la época fue fabricada, al menos, con las dos versiones que se pueden ver en la foto de abajo. ¿Es la misma cámara? Como en el juego de las diferencias, ¿puedes encontrar las diferencias entre ambas?
Otro ejemplo de estas variantes en su publicidad, en la foto de abajo, aparece el modelo con el objetivo biselado -a la izquierda-, mientras que en el mencionado libro de Gerardo Acereda se hace referencia al objetivo con corte en escuadra -a la derecha- que proviene de un modelo anterior como la Capta I.
¿Cuál sería original? ¿Fue motivado por una eficiencia en los costes de producción?