Hace tiempo que quería escribir sobre el coleccionismo de cámaras y en particular las diferentes tipologías de colecciones que nos podemos encontrar. Es casi imposible encontrarnos dos colecciones iguales, no solo por el número sino por la orientación y objetivo que persigue el propietario.
Si bien muchos empezamos coleccionando de una manera que podríamos denominar anárquica, donde compramos casi diría de todo, con la evolución de la colección esta va orientándose a cámaras con unas características concretas. Deberíamos evitar la compra de cantidad, y saber dónde está la calidad.
Debemos tener en cuenta que en el mundo es posible que se hayan producido más de 100000 modelos diferentes de cámaras. Ya la última Guía Mckewons cubría casi la mitad de esa cifra.
Salvo grandes colecciones con miles de objetos es muy difícil cubrir todo el espectro que nos a dejado la historia de la fotogafía. Esto nos lleva a focalizarnos en determinados equipos o líneas de colección. Solo como ejemplo cercano, podemos hablar de más de 100 variantes de Werlisa, que si nos movemos a compañías como Zeiss Ikon, pueden crecer exponencialmente.
Los criterios con los que orientar la colección son muy diversos: estética, recuerdos del pasado/infancia e incluso más pragmáticos como pueden ser el espacio y lógicamente la capacidad inversora de cada persona. En mi caso por ejemplo, tenía un recuerdo de infancia de una subminiatura, posiblemente una Hit, que mis padres me regalaron en un viaje a Ceuta. Si bien ahora que lo pienso, no me cuadran mucho las fechas ... A ello se une la estética de estas minicámaras, el reducido espacio que ocupan lo que las hace una interesante línea de colección, con joyas y equipos de unas características notables.
Para el Primer Encuentro de aficionados a la fotografía de Salamanca, preparé una tabla resumen con algunas líneas de colección y ejemplos que he visto de colegas a lo largo de estos años. No es exhaustiva, pero nos orienta a través de diferentes líneas de cámaras que pueden formar una interesante colección.
De hecho, para Salamanca, junto a Borja nos creamos un nuevo concepto, "Trampantojo", para una línea de cámaras que desde hace tiempo coleccionaba y que se disfrazan como dicen los anglosajones (in Disguise) de otros objetos: relojes, anillos, radios, botes de bebida, etc.
Cara a conocer en mayor detalle estas potenciales líneas de cámaras y sus características, ayudan enormemente libros especializados en esas naturalezas, libros que en algún caso por su rareza ya son auténticas joyas. Desde libros sobre cámaras de un determinado país, como la obra de Acereda en España, o Adrián en Argentina, pasando por obras específicas sobre subminiaturas (William White) o más "locas" como Camera Crazy con cámaras de plástico un poco "locas".
Sin ir más lejos, mi afición y pasión por la cámaras españolas, junto con la de muchos de los coleccionistas de estos aparatos, tiene su origen en la obra de Gerardo Acereda. Que nos ha abierto los ojos con un exhaustivo recorrido por la industria nacional.
Y como se suele decir "para gustos colores". Nuestra colección siempre será única, personal y de la que disfrutaremos cada día, tenga 10, 100 ó 1000 cámaras.
