Mis pequeñas cámaras

Creo que han sido dos motivos principales por los que esta ha sido una de las líneas de mi colección:

  • A más de un coleccionista, los recuerdos de infancia han marcado su pasión. En mi caso, recuerdo una pequeña cámara subminiatura, estilo Hit, proveniente de un viaje de mis padres a Ceuta, lugar habitual por aquel entonces de compra de aparatos fotográficos.
  • En segundo lugar, y creo que muy entendible por muchos: el espacio físico para mostrar los aparatos. Realmente apena tener que almacenar fuera de la vista cámaras. Creo que no soy el único que tiene que almacenar más de una caja con máquinas y material por la imposibilidad de encontrar un espacio.

Cómo otras de mi colección, los inicios fueron desordenados, con poco criterio, atraído por la magia que obraban estas pequeñas máquinas. Primero fue una Vest Pocket, y otras le siguieron sobre todo por esa historia ligada a los soldados de la Segunda Guerra Mundial. Continuó la colección con las aún más pequeñas:  las subminiatura y espía. Modelos como la clásica Hit y derivadas de está entraron en las vitrinas.

Y dentro de esta línea, reconozco que las Kodak Vest Pocket han sido mi debilidad que sólo ha disminuido con la mayor complejidad de importar cámaras americanas. La complejidad de los modelos restantes por conseguir como los BoyScout, el cambio de moneda, los mayores costes de transporte y el pago de impuestos han dificultado el comprar estas cámaras en su origen. Sobre este último punto, recuerdo que una de las primeras Polaroid que forman parte de mi colección, una 95, la compré por 1$ (+ 10-15$ de gastos de viaje). Algo casi impensable hoy.

[FOTO VEst POckets]

Y quizás uno de los momentos de mayor orgullo fue cuando pude unir las dos líneas principales de mi colección: las cámaras pequeñas y las españolas. SIC, Frica y Titán son tres ejemplares que con orgullo lucen en la primera línea de la colección

[FOTO tres minicamaras españolas]

Seguiré hablando de alguna de estas pequeñas.

¿Algún coleccionista de este tipo de cámaras “mágicas”?